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En otra entrada de este blog (link aquí), traté de explicar si valen o no la pena las guitarras de luthier. En esta entrada pretendo dar respuesta a cuánto cuesta una guitarra artesana y por qué. Es un tema que he visto que lógicamente preocupa a muchos guitarristas que están pensando hacerse con su primera una guitarra de luthier. Aviso desde el principio de que este es un tema delicado que podría resultar polémico, pero los datos, al menos en mi caso, son muy sencillos y muy claros.
Si lo que quieres una respuesta rápida e incompleta, te aconsejo que sospeches de una guitarra «artesana» nueva que baje del entorno de los 3000 euros. ¿Por qué? La razón fundamental es que a mí no me salen las cuentas. Vamos, que es probable que el artesano que las haga por ese precio esté perdiendo dinero. Ya: a ti te da igual, es más barata, pero te animo también a que pienses si realmente esa guitarra está hecha a mano. Muchas grandes fábricas añaden en sus etiquetas la palabra «artesanal», y lo que te están dando sencillamente no lo es, o al menos no lo es en todo el proceso.
Las cuentas claras del precio de una guitarra de luthier
Voy a ser todo lo transparente del mundo y te voy a mostrar las cuentas de cómo calculo yo el precio de una guitarra. Este precio contiene básicamente tres partes: el coste de los materiales, coste de tener un taller abierto (impuestos, alquileres, agua, luz, etc.) y por último —y no menos importante— el sueldo del luthier.
1. Coste de los materiales necesarios para hacer una guitarra
Este es más o menos el desglose para una guitarra de concierto de cedro y palosanto de la India (te dejo el link a una de las mías aquí). Los precios pueden variar, pero si consultas por ejemplo a algunos de mis proveedores, como Madinter o Maderas Barber, verás que los precios son aproximadamente estos:
- Juego de aros y fondo de Palosanto de la India: 80 €
- Tapa de cedro canadiense de primera calidad: 70 €
- Mástil de cedro de Honduras: 20 €
- Diapasón de ébano: 15 €
- Puente de palosanto de India: 12 €
- Clavijeros Perona o Barnett: 200 €
Si hacemos una suma rápida, estamos casi en los 400 €. ¿Me explicas ahora cómo es posible encontrar guitarras «artesanas» por ese precio? Si a ello le sumas que un estuche como los que fabrica Hiscox Cases, o los de foam que hace Cibeles, solo en coste de materiales estamos subiendo de 100 a 200 euros más. Estos estuches no son los más caros del mundo, pero según he podido probar, son los que, a un precio razonable, garantizan que la guitarra está más a salvo de golpes en viajes, vuelos, cambios de humedad bruscos…
Nunca utilizo la madera sin esperar como mínimo un año desde que la compro al proveedor
Respecto a la madera, nunca utilizo la madera sin esperar como mínimo un año desde que la compro al proveedor. Es decir, voy comprando madera por adelantado, en previsión de los pedidos de guitarras que voy teniendo, para asegurarme de que cuando me llegue tu pedido tenga madera suficiente y lista para su uso. Aunque las maderas que compro están secas, mis proveedores aconsejan dejarlas estabilizar lo más posible antes de utilizarlas en una guitarra.
Como sabes, no llevo muchos años haciendo guitarras, así que las maderas más antiguas que tengo en stock llevan cuatro años conmigo. Aunque debería, no he repercutido al precio final el coste de almacenamiento de las maderas durante años (ocupan espacio, consumen energía…). Esta es, por cierto, una de las razones por las que guitarreros con más trayectoria que yo tienen precios más allá de los 3.000 euros.
2. Coste de tener un taller abierto
Vivimos en un mundo en el que casi nadie da nada gratis. No soy quejica a este respecto, y creo que ser pobre significa no poder cambiar muchas cosas que nos gustaría cambiar. La cuestión es que ser luthier es apasionante, pero también te convierte en un pequeño empresario que debe hacer frente cada mes a gastos de agua, luz, impuestos, alquileres… y salir adelante. En mi caso, esta cifra ronda, entre unas cosas y otras, los 800 euros mensuales. Te lo desgloso en números aproximados, para que veas de dónde sale:
- Agua, luz, teléfono…: 50 euros mensuales
- Alquiler del local: 400 euros mensuales
- Impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social: 200 euros mensuales
- Consumibles de taller (colas, barnices y todo el material necesario para trabajar la madera…): 10 euros mensuales
- Costes de promoción (página web, asistencia a eventos, visitas a clientes…): 80 euros mensuales
OK, eso suma al mes 800 euros más, incluso aunque no venda ni una sola guitarra. Es decir, unos 9.600 euros anuales. Mi capacidad de producción anual ronda las 10 guitarras al año (recuerda que es un trabajo hecho de verdad a mano, sin apenas usar máquinas), así que lo que hago es dividir esos nueve mil y pico euros de coste anual entre 10, de modo que el precio de cada guitarra sube —sí—, de golpe y porrazo, pongamos 900 euros (estoy sumando menos importe del que debería, pero te doy números redondos para que el cálculo sea más claro). Esto son cálculos un poco a bulto y podría explicar cada una de las cifras que he puesto ahí, pero tampoco pretendo ser exhaustivo y empezar con tecnicismos sobre bases de cotización, impuestos sobre la renta y gestión del IVA, etc. Pero créeme que si añadimos toda la cuestión fiscal, la cosa se pone un poco más dramática incluso para mí: en mi caso, por cada euro de beneficio que obtengo en el taller, 20 céntimos de euro van para Hacienda. Sí, un 20 por 100. No es que me parezca mal, pero es evidente que para un empresario microscópico como yo es un esfuerzo considerable.
3. El sueldo del luthier y los costes de promoción
Con lo que hemos visto hasta ahora, la guitarra ya cuesta 1.500 euros (600 de coste de materiales, más 900 de costes generales del taller). Pero a ese precio hemos de añadirle que el propio luthier tiene que comer todos los días, pagar los gastos de la casa, vestirse, poder irse unos días a descansar… lo que es tener una vida de cualquier trabajador normalito y corriente. Así que, pensando en mí, que no aspiro a comprarme un yate ni cosas así, ¿qué te parece un sueldo aproximado de unos 1500 euros al mes? Tampoco es para llevarse las manos a la cabeza, ¿verdad? Yo no tengo hijos, ni coche propio, ni hipoteca, pero pregúntale a cualquiera que los tenga y verás que la conclusión es que, en España, con 1500 euros netos al mes se vive bastante justito…
Pues bien, si gano 1.500 euros al mes, eso suman 18.000 euros anuales, por lo que, si hago 10 guitarras por año, a cada guitarra le tengo que añadir 1.800 euros. Eso significa que, si se los sumamos a los 1.500 euros que llevábamos (el coste de materiales más el de tener el taller funcionando), cada guitarra debe costar 3.300 euros.
Conclusiones
Asumo que este post va a ser controvertido, pero creo que las cuentas son bastante claras.
Me dejo muchas cosas, como el hecho de que, por ejemplo, entre guitarreros consagrados es habitual que tengan más de una persona trabajando en su taller, con los altos costes que eso supone. Y si además le ponemos precio al prestigio que puedan tener —lo que me parece lógico y justo—, la conclusión parece muy natural: las guitarras artesanas cuestan lo que cuestan por razones que son muy sencillas de explicar. Lo difícil no es saber si las guitarras artesanas son caras: lo que realmente es difícil es saber cómo las guitarras de fábricas son tan baratas. En fin, espero que hayas podido comprobar que además, en el caso de los pequeños constructores como yo, nuestro objetivo no es forrarnos.
Lo difícil no es saber si las guitarras artesanas son caras: lo que realmente es difícil es saber cómo las guitarras de fábrica son tan baratas.
Es cierto que personalmente obtengo algún ingreso adicional de las reparaciones, pero en mi caso es algo relativamente residual, y ronda los 1.000 euros más de facturación anual, a lo que habría que restar el coste de tiempo y material que supone reparar esas guitarras. También me embarco de cuando en cuando en proyectos de creación musical que algo me dejan, pero ahí las cuentas son muchísimo más tétricas.
Me encantará oír tu opinión y que me sugieras mejores formas de hacer y/o decir las cosas. No pretendía dar pena a nadie. Solo que se vea lo más claramente que este no es un negocio para hacerse rico, cosa que por otro lado me importa bien poco.